viernes, 24 de octubre de 2008

EL TELETRABAJO COMO FENOMENO SOCIAL.

En los últimos años el teletrabajo se ha convertido en un fenómeno social que está incidiendo de forma significativa en las formas de planificar el desarrollo económico de determinadas regiones, en los sistemas de organización del trabajo, en las relaciones laborales y en los hábitos y comportamientos de vida.

La apuesta inequívoca de la Unión Europea en favor de la modernización de las redes de telecomunicación y el apoyo político e institucional a inversiones y programas concretos de teletrabajo estan contribuyendo a un progresivo desarrollo de esta nueva manera de trabajar.

El espectacular desarrollo de las tecnologías informáticas aplicadas a las telecomunicaciones y, sobre todo, el abaratamiento de sus costes, ha hecho que a los Estados, al plantearse cómo lograr el desarrollo de una región o zona deprimida, les resulte más económico y socialmente más rentable promover infraestructuras de comunicaciones de banda ancha y servicios múltiples y formar adecuadamente a los ciudadanos para que se incorporen a la gestión de productos y servicios de valor añadido, que llevar a la zona industrias tradicionales y desarrollar autopistas de comunicación terrestre.

La organización del trabajo está cambiando de forma irreversible en las empresas. Ahora los trabajadores pueden obtener de forma inmediata la información que requieren para desarrollar su trabajo desde su propio domicilio, desde un centro de teletrabajo o desde cualquier lugar que permita una conexión informática a la red de la empresa. Tan sólo es necesario que dicha información se encuentre estructurada para ser consultada.

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