miércoles, 17 de diciembre de 2008

COMPETENCIAS PARA EL TELETRABAJO.


Conjunto de habilidades que requiere la modalidad de
trabajo a distancia.

Habilidades que se adquieren a través de la formación
y/o de la experiencia laboral y entre las que se
incluyen las competencias tecnológicas centradas
en el dominio de herramientas telemáticas y de
gestión de la información, así como un conjunto
de habilidades de comunicación no presencial,
y de organización, planificación y control
del propio trabajo.

En el escenario de la “sociedad de la información”,
estas competencias para el trabajo autogestionado y
“autoresponsable” en redes de información son cada
vez más importantes pero si se desea teletrabajar bien,
se trata de competencias ineludibles.

Las acciones de formación han de adaptarse al nivel
de partida de los posibles teletrabajadores e incidir
fundamentalmente en esta categoría de habilidades.


Competencias tecnológicas

Actitud favorable hacia la tecnología, y dominio
de determinadas competencias técnicas necesarias
para entender y aplicar correctamente las tecnologías
de la información y la comunicación (TICs).


- Actitud positiva ante el uso de TICs, que están
en permanente evolución.


- Dominio de herramientas de ofimática básica: sistemas
operativos y programas de hoja de cálculo, tratamiento
de textos y bases de datos.


- Capacidad de resolver incidencias técnicas con el
equipamiento informático: instalación y configuración
de periféricos (impresora...), instalación de software...


- Cultura telemática amplia:


- Dominio de herramientas telemáticas: correo electrónico,
mensajería de grupo, FTP, foros, news, listservers,
navegación Web, canales de conversación, acceso remoto a BBDD,
videoconferencia...


- Capacidad para instalar, configurar y actualizar programas
clientes de herramientas telemáticas.


- Dominio de aplicaciones informáticas específicas o “avanzadas”,
en función de las necesidades específicas del puesto de trabajo
o sector de actividad del teletrabajador.


Competencias de autogestión del trabajo


El teletrabajador ha de ser capaz de controlar, organizar
y planificar de manera autónoma la cantidad y calidad
de su trabajo, así como el tiempo y ritmo de dedicación al mismo.

El teletrabajo implica pasar de un entorno con controles
externos a un entorno de autogestión en el que de forma
autónoma el teletrabajador ha de ser capaz de adoptar
mecanismos y estrategias para:


- Definición y priorización de objetivos y tareas.


- Planificación de tareas detallada y realista.


- Autogestión del tiempo.


- Autorregulación.


- Autocontrol de calidad del trabajo.


- Integración en equipos de trabajo distribuidos.


- Elaboración y seguimiento de presupuestos y proyectos.


Habilidades de comunicación no presencial.


La atención al cliente y el trabajo distribuido,
en equipos virtuales exige al teletrabajador el dominio
de una serie de habilidades de comunicación no presencial.


- Comunicación telefónica: transmisión correcta de mensajes,
capacidad de escucha y de dar respuesta adecuada al interlocutor.


- Comunicación escrita:


- Redacción inteligible y sin incorrecciones ortográficas
y de presentación.


- Capacidad de expresar por escrito ideas, dudas,
aclaraciones (mensajes electrónicos, fax).


- Presentación y estructuración correcta de presupuestos,
redacción de informes, elaboración de proyectos, cartas
de presentación...


- Técnicas de negociación con el cliente: de presupuestos,
recursos necesarios, plazos y calidades del servicio.
Definición adecuada de compromisos del cliente y teletrabajador.

martes, 2 de diciembre de 2008

CARACTERISTICAS DEL TELETRABAJADOR.


Una cuestión importante es saber por qué teletrabaja la gente.
Algunos afirman que "básicamente porque me gusta sentirme
dueña de mi tiempo".

El teletrabajador es, o debe ser, una persona con muchas
aptitudes para las relaciones sociales y profesionales.
Aunque pueda parecer que por el hecho de estar en casa este
profesional es un ermitaño, nada más lejos de la realidad.
El teletrabajador, salvo excepciones, se tiene que relacionar
con muchas personas al cabo del día, ya sea por teléfono,
fax, correo electrónico o personalmente.
Son diferentes posibilidades de comunicación que dan una gran
riqueza a la labor de estos profesionales.

No todo el mundo sirve para teletrabajar. Hay que ser disciplinado
y romper barreras culturales como las que tenemos en España
donde existe la cultura de acudir todos los días a la oficina,
porque al español medio le gusta sentirse arropado por su empresa.
Así, nos encontramos con que la flexibilidad, tan necesaria para
adaptarse a la globalización del mercado de trabajo no es uno
de nuestros puntos fuertes.

También sentimos miedo ante el peligro de perder las conquistas
sociales. Cuando comparamos España con algún otro país
las cifras cantan: según las estadísticas del informe eWork2001,
teletrabaja un 20,9 % del total de trabajadores en Dinamarca,
frente a un 3,4 % en España.

El teletrabajador,"debe ser experto en el tipo de tarea que realiza,
tener autodisciplina laboral y tener conocimientos básicos de
informática y comunicaciones".

Las características esenciales del teletrabajador podrían ser:

la preparación por experiencia y/o titulación en el trabajo
a realizar, automotivación, autodisciplina. capacidad de organizarse
con un mínimo control exterior, adaptabilidad, buena organización
para equilibrar trabajo y otras responsabilidades,
autonomía, habilidades tecnológicas, planificación,
autoconfianza e iniciativa, principalmente.

El teletrabajador es disciplinado al máximo, o el trabajo no sale.
Muchos siempre dicen que envidian la libertad de horarios,
y realmente libertad muy poca, porque al final le dedicas
muchas horas del día a terminar el trabajo. Aunque tiene sus
compensaciones, como darte un paseo a la 1 de la tarde.

Otra característica es el que te guste estar solo. Conozco a mucha
gente que ha tirado la toalla porque no resistía estar solo
en su casa trabajando".

En cualquier caso, parece claro que no es fácil ser teletrabajador, y sólo alguien convencido, emprendedor, productivo y psicológicamente estable podrá mantenerse en este modo de trabajar debido a los riesgos de aislamiento , interferencias entre actividad laboral y familiar, pérdida de sociabilidad y sentido de pertenencia a la empresa y a un grupo, falta de protección sindical y legal.